Buscar en este blog

sábado, 16 de febrero de 2013

III Ruta del cocido madrileño - El Cenador de Salvador


El Cenador de Salvador es uno de esos restaurantes con garantía, que conocimos en los años ochenta, y que no frecuentábamos excesivamente porque la categoría del restaurante va intimamente ligada a los precios, y ahora estamos aprovechando que el restaurante se está apuntando a eventos como el Madrid Restaurant Week, o a estas Rutas del cocido madrileño para, con precios algo mas asequibles, volver a disfrutarlo. Además de estos eventos, y supongo que por la crisis, que nos está afectando a todos, se pueden encontrar ofertas en webs de reservas de restaurantes como atrápalo.

Del local y del servicio, solo quiero corroborar lo que ya he dicho en algún otro post en este blog, excelentes, y ahora pasamos a la descrición del cocido y sus aderezos.

Empezamos por elegir el vino, y nos 'decantamos' por uno de la casa, a un precio razonable, Valdubón crianza:


La cosa empezó con un maravilloso aperitivo que afortunadamente hemos degustado alguna vez más en este restaurante:


Eran Sardina marinada, Cuscus y Croquetas, un inicio espectacular.

Y dió comienzo el cocido con la sopa:

En el punto adecuado de temperatura, con los fideos al dente, y un sabor exquisito. Mi mujer no pudo resistir la tentación y repitió, cosa que pagó despues al no poder completar 'la faena'.

El cocido se sirve, como se debe servir, en mi humilde opinión, es decir, en tres vuelcos, y este era el segundo:

Amén de una gran presentación, todo estaba buenísimo, mi mujer fue capaz de 'encontrarle algún pero' a los garbanzos, que yo no encontré, y me comí absolutamente todo, cosa que no hago habitualmente, siempre me queda media zanahoria, media patata, esta vez no dejé nada, hasta el nabo, que no es muy habitual encontrar en un cocido, estaba exquisito, y ni que decir tiene que la bola, o relleno, jugosita y maravillosa.
Y nos quedaba el tercer vuelco:

Tenía ciertas originalidades respecto a lo habitual de un cocido, la primera, el tuétano del hueso de caña estaba fuera, y el hueco del hueso relleno con morcilla, y en lugar de carne de gallina o pollo, esta carne era de codorniz, el muslo en concreto.
Y ya, describiendo todos los ingredientes, empezaremos por la manita de cerdo, que yo no probé, pero que creo que mi mujer fue lo único que se comió 'al completo', del resto dejó casi todo, la patata que acompañaba tampoco la probé, y para un tercer vuelco lo considero mas estético que otra cosa, el muslo de codorniz, muy bueno, los distintos trozos de carne, que eran el morcillo, meloso, aunque no especctacular, mucho mejor la falda, buenísima y comí varios trozos, la morcilla que venía embutida en el hueso sustituyendo al tuétano, estaba buena, de la punta de jamón probé muy poquito, el estómago empezaba a llenarse, pero probé los tocinos, tanto el blanco como el de panceta, exquisitos, y naturalmente dejé para el final la caña, que me supo a gloria bendita, y mi mujer me fastidió al final el cocido, porque me dijo que si quería comerme la caña de su plato, que ella ya no podía, y yo no supe decir que no, fue glorioso, pero he engordado un kilo, y todo por ese tuétano extra..... así que la culpa, de mi mujer.

2 comentarios:

  1. Un estupendo restaurante al que he podido asistir en tres ocasiones, muy señaladas, de mi vida. A pesar del precio, siempre entre elevadísimo y más he salido siempre muy contento. El precio en el que está este cocido, si nos cortamos un poquito en no pedir cosas fuera de él, puede ser la oportunidad de disfrutar de uno de los mejores restaurantes.

    ResponderEliminar
  2. Como eres, tu pobre mujer no se como te aguanta ;-) A ver si me puedo acercar a este restaurante que no conozco....

    ResponderEliminar