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lunes, 29 de octubre de 2012

MRW - Mercado de Espronceda

Tercera entrega de Madrid Restaurant Week, y esta vez la elección fue fundamentalmente motivada por que algunos que considerábamos con más prioridad, no estaban abiertos los domingos. Pero no fue mala elección, empezamos por elegir el vino, en una extraordinaria carta, estuve a punto de pedir el Pingus, pero no llevaba calderilla suficiente, así que nos conformamos con este Matarromera:

Como nunca probé el Pingus, a mí el Matarromera me sabe a gloria bendita, y acompaña cualquier sabor que le pongas.
Como en casi todos los restaurantes de cierta calidad, nos ponen panes recién hechos, y empezaron por traernos un aperitivo de merluza sobre patata:


A mi los distintos tipos de pan me gustaron mucho, pero a mi mujer le encantaron. El aperitivo no es de destacar, adecuado.
Mientras tomábamos el aperitivo estábamos decidiendo que platos del menú restaurant week íbamos a elegir, las opciones eran estas:
Primeros:
Mejillón de Boiro al vapor con mayonesa de laurel
Camarón en tortitas con su romesco
Carpaccio de buey con rúcola y parmesano
Coca de verduras asadas, mozzarella y albahaca
Ensalada de aguacate, naranja de Soller y piñones


Segundos:
Coca de verduras asadas, mozzarella y albahaca
Tagliatelles picantes con gamba roja, panceta toscana y tomate fresco
Delicias de merluza a la gaditana y su tártara
Hamburguesa de carne roja con salsa de mostaza antigua y chips


Y nuestra elección para los primeros platos fue:
Mejillón de Boiro al vapor con mayonesa de laurel
Camarón en tortitas con su romesco
:



Informamos al maître de que íbamos a compartir todos los platos, y como en un restaurante de categoría nos sirvieron plato a plato, en perfectas condiciones para compartirlos.
Los mejillones no son un plato de mérito, hervidos al vapor, lo pedimos porque hacía tiempo que no los tomábamos, y estaban correctos, y de tamaño apropiado, es decir buena materia prima, pero lo que más nos sorprendió fue el acompañamiento, una mayonesa de un sabor muy suave que acompañaba con empaque a los moluscos.
Y las tortitas de camarón, exquisitas, es un plato maravilloso, que a mi me encanta y a mi mujer le priva, la salsa romesco estaba también en un punto adecuado, pero lo importante eran las tortitas, y la verdad es que pusieron alto el listón.

Como segundo elegimos:
Coca de verduras asadas, mozzarella y albahaca
Tagliatelles picantes con gamba roja, panceta toscana y tomate fresco
:



La verdad es que elegimos dos segundos que normalmente son primeros, pero el día anterior habíamos tomado pescado y carne, y hoy queríamos variar.
La coca resultó un plato sorprendente y abundante para segundo, y además con buen sabor. El último plato, los tagliatelles 'picantes', y pongo lo de picantes entre comillas porque no picaban nada en absoluto, fue el plato que más me defraudó, porque sin ser malo, no destacaba por nada novedoso, y cuando pone picante, debe de picar algo al menos.
Así que nos tocaba esperar a que el postre arreglara, la última semi-decepción, las opciones eran:
Tiramisú de mercado
Carpaccio de piña con sorbete de mango

Aquí quien manda es la señora, a mi me deja elegir el vino al menos, y eligió el Carpaccio de piña con sorbete de mango pero como segundo postre nos recomendó una amabilísima camarera una panacota con frutos del bosque:



El carpaccio de piña estaba muy jugoso, pero la panacota era espectacular, primero la presentación, con una filigrana de caramelo sólido, en formato de hoja, que le daba un aspecto inigualable, aunque superado por su exquisito sabor, un postre que se corresponde con un restaurante de categoría.

Cerramos con los dulces de acompañamiento del café:


Y como resumen, un restaurante digno, con buena cocina, extraordinario servicio, y local muy apropiado con una decoración mezcla de modernidad y clasicismo.
Recomendable.


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