Buscar en este blog

jueves, 22 de diciembre de 2011

Sagardi - Judías y carnaza

Estas dos semanas son de 'alta' intensidad gastronómica, celebramos muchas comidas navideñas, algunas Clásicas, que llevamos muchos años celebrando, y otras que seguro alcanzarán el mismo calificativo con los años, y aunque me gusta postear en el blog casi todos los eventos gastronómicos a los que acudo, estos últimos, en la mayoría de los casos por olvidos fotográficos, o por enrollarnos mucho con gente que en muchos casos hace tiempo que no ves, se me ha pasado. Pero en el caso de este post me mentalicé y aqui está. Sagardi es un clásico de calidad en carne, con la típica sidra de aperitivo, y aunque ahora está por Silvano, recuerdo otro de Alcobendas, que posteriormente cambió de propietario, pero donde la calidad también era destacable.
El vino que elegimos, en una carta muy abundante pero donde los precios no son tan asequibles como uno esperaría, elegimos uno con relación calidad / precio adecuada, 'El de debajo de la escalera', un Rioja crianza decente, pero no a la altura de lo que yo considero un buen vino.


Y pasemos a desglosar la comida 'entre amigos' que tuvimos, y que fue de lo más clásico del restaurante, Judías de Tolosa y Carne a la brasa, y todos pedimos lo mismo:



Las judías venían acompañadas por unas lonchitas de tocino muy fino para 'estamparlas' sobre las judías, así como de un poquito de repollo, unas guindillas y una morcilla de cebolla 'maravillosa', con un sabor exquisito, y complementando el de las judías, en su punto, y con ese sabor casero de las maravillosas judías de Tolosa, tan especiales. Con un comienzo tan gratificante, difícilmente nos imaginábamos proseguir mejorando.






La carne, chuletón con vuelta y vuelta y troceada tipo Villagodio, exquisita, vino acompañada por una ensalada de lechuga que daba gusto, que equilibrio de sabor, y además por unos pimientos asados que complementaban todo lo que nos estábamos metiendo para el cuerpo con un exquisito gusto. El primer plato había resultado excelente y el segundo, creo que incluso lo mejoró.
Y tras tantos días de comilonas, yo decidí no pedir postre, y pasar directamente al café, pero picó tanto la camarera a las señoras que decidieron que probaríamos unas tejas con trufas.



Que cierre de comidita entre amigos, a las tejas no les doy tanto mérito, aunque estaban muy ricas, pero las trufas eran un placer, y como tantas veces he defendido, solo en los buenos restaurantes son capaces de cerrar una comida muy buena con un postre excelente.
En resumen, un restaurante recomendable, pero donde la calidad, se paga, aunque la relación calidad / precio es muy buena, o como dice mi amigo Nigel, fiel lector de este blog, 'a very good value for money'.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Cocido cojitranco (en casita)

Llevo varias comidas de amigos y conocidos, pero, aparte de que se me ha olvidado hacer las pertinentes fotos, he estado dedicado a disfrutarlas en toda su intensidad, porque hacía mucho tiempo que no veía a la mayoría de los comensales, y eso me ha impedido escribir los post que correspondía a un blogero de tercera o cuarta como me considero, pero aunque tarde, vuelvo a una de mis funciones, reportar una comidita, y creo que por primera vez en este blog, hablando de una comidita auténticamente casera, concretamente un COCIDITO casero, preparado especialmente por mi señora esposa para mi hijo, pero que hemos aprovechado ella y yo también. Como dice el título era un cocido 'cojitranco' porque ha sido preparado 'en emergencia', a una sugerencia de mi hijo a su madre, y sin los ingredientes necesarios para preparar un cocido estándar, pero creo que después de este, me encantan los cocidos 'cojitrancos'. Y era cojitranco porque le faltaba la verdura para acompañar los garbanzos, el relleno, o 'bola', y para el tercer vuelco, chorizo, morcilla y punta de jamón.
Tras esta descripción inicial, paso a describir el cocido en sus partes.


Para un cocido 'cojitranco' pensé que lo mejor sería poner un vino que PISARA FUERTE, y elegí un REMELLURI reserva 2006, uno de esos vinos que a mí me ofrecen una garantía absoluta para poder arreglar un cocido así, con tantas 'carencias'. A la sopa que preparó mi mujer le faltaba el sabor a chorizo, a morcilla y a jamón, dicho sea de paso, sabores 'prescindibles', sobre todo los dos primeros, pero lo importante, a parte del sabor, era que la pasta estaba al dente, y el sabor que los 'escasos' ingredientes que tenía el cocido habían transmitido a la sopa era EXCELENTE.


Y los garbanzos, de Castrillo de los Polvazares, comprados recientemente en una tienda madrileña, pero de origen leonés, ayudaron a preparar un cocido fantástico, qué sabor, y quizás un pelín mas cocidos de lo que debieran, y tengo que decir al respecto que mi mujer los coció demasiado porque pensaba que el morcillo no era tan tierno como parecía, pero una vez que me los dio a probar (y también el morcillo) me hizo caso y apagó el fuego, qué GARBANZOS tan sabrosos.

Y ya vamos con el tercer vuelco, que como dije en la introducción, estaba 'escaso' de ingredientes por la premura con la que se gestionó el cocido, pero tenía lo fundamental, tocino, panceta, gallina y morcillo, que fue lo que yo comí salvo la gallina, que considero que hace suficiente con transmitir el sabor):

Y no os quiero contar como rematé el cocido con el hueso de caña, que me atreví a repetir:

Total que le he tenido que decir a mi mujer que no le ha salido tan bien, que tendrá que repetirlo para ver si la próxima se va aproximando a lo que es un buen cocido, nosotros que hemos probado tantos cocidos buenos, tenemos que seguir APRENDIENDO.